Dicen que si no hay caminos, tú los puedes crear. Esta frase se puede aplicar perfectamente al proyecto de Valoriza que ha dado lugar al primer vehículo pesado 100% bifuel.
La necesidad de reducir costes y nuestra implicación con el medioambiente ha llevado al equipo de Valoriza a transformar un vehículo pesado propulsado por gas natural comprimido (GNC) a uno mixto, también propulsado por gas licuado (GLP).
La subida de precios del gas natural en el consumo de nuestra flota vehicular fue el detonante para encargar a una empresa tecnológica externa la transformación de un camión de la flota pesada de vehículos de GNC a un vehículo híbrido.
“Para esta transformación hemos contado con la empresa EVARM, expertos en transformación de motores. Se trata de camión de 18 Tn con motor GNC de 8 litros de cilindrada. El reto era conseguir un vehículo bifuel, es decir, un vehículo propulsado con gas natural comprimido de origen lo convertimos también en un camión de biogás o bio GLP”, explica Jesús Hernandez Sanchez-Gallego, jefe de maquinaria y equipos de Valoriza.
“Hicimos esa transformación montando un sistema de inyección en paralelo al sistema propio del vehículo, con su propio mapa de inyección para que el motor original reconociera ese combustible”, explica Jesús.
“Después de más de 15.000 km recorridos, y más de 300 horas de trabajo, tenemos una comparativa, y después de salvar muchos inconvenientes técnicos hemos conseguido un consumo prácticamente igual funcionando con un combustible o con otro. Mediante un mando en el salpicadero puedes elegir el tipo de combustible con el que quieres funcionar”, afirma el jefe de maquinaria.
Un kilo de GNC cuesta 1,20 euros mientras que un litro de GLP cuesta 0,70 céntimos. Este sistema bifuel te permite usar un vehículo 100% ECO con una huella de carbono inferior. Usando biogás o bio GLP estaríamos en torno a un 30% menos de emisiones de CO2 frente al GNC.
El GLP que usamos es 100% propano y el GNC es metano. Este último tiene más volumen y se debe almacenar a presiones elevadas, unos 250 bares, en bombonas de alta presión mientras que el propano se puede almacenar en modo líquido en un depósito casi convencional, con autonomía similar.
Esta transformación se ha hecho sobre un camión del servicio de limpieza de contenedores de A Coruña. Ahora, se está preparando la misma modificación a bifuel de dos recolectores de carga trasera de residuos sólidos urbanos (RSU) de Madrid capital , además de otros 13 vehículos de A Coruña.