Planta de tratamiento de residuos de Melbourne: trabajamos en la innovación sostenible

La planta opera bajo unos estrictos estándares basados en la economía circular. Las instalaciones cuentan con un sistema de compostaje que permite tratar los residuos orgánicos de las poblaciones cercanas y producir hasta 50.000 toneladas al año de compost de calidad. Este ciclo de tratamiento cumple con los objetivos del plan de gestión de residuos australiano: disminuir la cantidad de residuos destinados a vertedero y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como el metano.

Además, todo el proceso de compostaje se realiza en el interior de la nave de tratamiento que está totalmente cerrada y dispone de un sistema de desodorización de alta eficacia y fiabilidad. De esta forma, las poblaciones más próximas no se ven mínimamente afectadas.

Con la entrada en funcionamiento de la planta se dejarán de lanzar a la atmósfera más de 80.000 toneladas de CO2 al año. También se reducirá el 85% de las emisiones que los residuos generarían en un vertedero, el equivalente a retirar de la circulación 13.900 coches.

La tecnología que utilizamos en esta planta está entre las más avanzadas para el tratamiento de residuos orgánicos. El diseño está hecho a medida y combina el sistema de tratamiento mecánico desarrollado por la empresa alemana Stadler con el de tratamiento biológico desarrollado por la empresa holandesa Waste Treatment Technologies (WTT).

El know-how de Sacyr, adquirido durante más de 20 años, supone una innovación en el actual plan de gestión de residuos de Australia, que destaca por el sistema de ‘spigots’ de aireación y recogida de lixiviados.